martes, 29 de septiembre de 2015

La hipótesis del Circulo de Canter

La hipótesis del Círculo de Canter

Hoy les quiero comentar sobre; como dice el título, La hipótesis del Círculo  realizada por David Canter, profesor de psicología en la Universidad de Liverpool y considerado como el mayor experto mundial en el campo de la Psicología criminalista. Un investigador que se encargó de desarrollar la técnica del perfil geográfico, colaborando con la policía en la elaboración de los mismos, si bien también es un experto a la hora de elaborar perfiles psicológicos.

Dicha hipótesis plantea  que si trazamos una linea recta que una las dos ubicaciones más alejadas correspondientes a una serie de delitos supuestamente obra de un mismo autor, y a continuación dibujamos una circunferencia tomando a la recta como diámetro, la vivienda del culpable, estará dentro del círculo.



David Canter desarrollaría el programa informático denominado Dragnet, que tiene por objeto ayudar a establecer el lugar de residencia del delincuente a partir de las distintas localizaciones de sus ataques. Este programa informático se basa en dos modelos teóricos del profesor: la teoría del círculo y la distinción entre asesino merodeador y viajero. 


El planteamiento de Canter y sus colaboradores parte del hecho de que los lugares del crimen están relacionados con el domicilio del criminal o con algún lugar importante para éste, que puede ser considerado su base de operaciones. 


Canter halló que entre el 50% y 75% de los violadores de su estudio vivían en un área que podía ser definida por un círculo cuyo diámetro uniera los dos lugares más alejados en los que había atacado, a lo que denominó la hipótesis del círculo. Concretamente, en su estudio de 45 casos de agresores sexuales, 39 de ellos tenían su domicilio dentro del círculo que dibujaba atendiendo a su hipótesis. En estos casos, el criminal parte desde su hogar, constituyendo este punto el centro desde el que se desplaza de forma radial hasta los lugares donde cometerá sus crímenes. Y una vez cometidos los mismos, sus responsables vuelven a la seguridad de su hogar. A este tipo de agresores lo denominó 'merodeadores'.

La distancia entre los lugares de los hechos estaba relacionados proporcionalmente con el domicilio del agresor, de tal forma que lugares muy distantes entre sí se encontraban también más lejos del domicilio del agresor que aquellos lugares de los hechos que se situaban más próximos entre sí.

Al resto de agresores que no vivían dentro del círculo los denominó 'commuter o viajeros', agresores que viajan desde su domicilio hasta un área donde cometerá sus delitos.

Esta teoría de Canter, utilizada por el profesor Vicente Garrido, fue de gran ayuda en la captura del asesino en serie Joaquin Ferrandiz, quien entre 1995 y 1996 lanzó su latente psicópata recurrente estrangulado a cinco mujeres y asaltado al menos a otras dos.

La primera victima seria Sonia Rubio, una estudiante de filología de 24 años, que la noche del sábado 1 de julio de 1995 se había ido de marcha por la zona de discotecas de Benicassim. La segunda victima seria Amelia Sandra García, de 25 años, que había sido vista por última vez en la zona de marcha de Benicassim el 14 de septiembre de 1996. Se encontrarían así mismo los cuerpos de Natalia Archelos Olaria, de 24 años, Mercedes Vélez Ayala, de 18, y Francisca Salas León, de 24. Tres mujeres que ejercían la prostitución y cuyos cadáveres fueron hallados a comienzos de 1996 junto al río Mijares en Vila-real.


Vicente Garrido,basándose en la teoría de Canter, unió con un círculo los lugares donde se habían cometido los cinco crímenes y en el centro del mismo apareció la ciudad de Castellón, lugar en el que, atendiendo a esta hipótesis, debía vivir el asesino. Tanto el profesor como la teoría de la hipótesis de los círculos no fallarían: Joaquin Ferrandiz residía en Castellón.

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