martes, 29 de septiembre de 2015

Ted Bundy

Resultado de imagen para ted bundy 
Ted Bundy
Theodore "Ted" Robert Cowell Bundy (BurlingtonVermont24 de noviembre de 1946 - BradfordFlorida24 de enero de1989) fue un asesino en serie de mujeres. Los analistas estiman que el número de sus víctimas podría rondar las cien mujeres, muy lejos de los números oficiales de alrededor de treinta y seis.

Infancia:
Hijo biológico de un veterano de la fuerza aérea, a quien nunca conoció, y de Louise Cowell, vivió sus primeros cuatro años en casa de sus abuelos maternos. Durante este tiempo creyó que sus abuelos eran sus padres y que su madre era su hermana mayor.
En 1950, Ted y su madre, se mudaron a Tacoma (Washington) con otros familiares. Ahí, Louise conoció a Johnnie Culpepper Bundy, un cocinero del ejército con el que se casó en mayo de 1951 y del que Ted posteriormente adoptó el apellido. El matrimonio tuvo cuatro hijos,y Ted recibe los mismos cuidados que ellos, pero no llega a tener una relación demasiado estrecha con su padrastro. No obstante, Bundy tiene una infancia normal, sin problemas, y sus compañeros de la escuela lo recordarán como un niño popular e inteligente.
Durante sus años en el instituto, los resultados de Ted empiezan a ser algo peores y también deja de ser un chico popular, pasando a ser uno más. Algo preocupa al joven: su estatus social no es el que él desearía y su afán de poseer objetos de valor le impulsa a cometer hurtos en tiendas.
En 1966, durante su segundo curso en la universidad, Bundy conoce a Stephanie, una chica guapa, elegante y de buena familia de la que se enamora. Pero en la primavera de 1967, ella deja a Ted por considerarlo un chico inmaduro y regresa a su ciudad natal, San Francisco, lo que supone para él un duro golpe.
Período de ensayo de los crímenes
Aunque, durante su noviazgo con Stephanie, Bundy es feliz, empieza ya a mostrar tendencias sexuales desviadas y a sentir la pulsión de espiar a mujeres mientras se desnudan, ocupación a la que dedica gran parte de su tiempo libre.
Su etapa de ensayo de los asesinatos empieza entre finales de 1967 y principios de 1968. Es entonces cuando Bundy empieza a materializar sus fantasías, pero sólo de manera limitada. Quiere saber hasta dónde puede llegar en el control y dominio de la víctima: pincha las ruedas de los coches de algunas chicas o les provoca otros tipos de averías.
Al inicio de esta época, Ted tiene malos resultados académicos y comete algunos robos en tiendas y domicilios, a la vez que adquiere una gran afición por la pornografía, primero por una más blanda, pero después por otra más dura y violenta que contribuye a alimentar sus fantasías de manera peligrosa, como él mismo explicará más adelante: “llegas al punto en que la pornografía no da para más (…) y empiezas a preguntarte si quizá llevarlo a la práctica te va a dar eso que no alcanzas sólo leyéndolo o mirándolo”.
En 1970 Bundy conoce a Liz, con quien se compromete. Aprovecha esta temporada para matricularse en Psicología obteniendo resultados brillantes. Además, mientras finaliza sus estudios, trabaja en la Clínica de Atención a Personas en Crisis de Seattle, como consultor en varios programas de prevención del crimen e incluso en la Oficina del Gobernador, preparando la campaña electoral para el Estado.
Con 27 años, Ted Bundy aparenta ser un hombre maduro, con iniciativa, confiado en sus capacidades y con múltiples posibilidades. Sin duda, se ha convertido en un depredador perfecto: se ha graduado en Psicología y, además de contar con un físico atractivo, se muestra amable, educado y encantador, lo que le hace parecer inofensivo.el término serial killer, se acuñó específicamente para Ted.


Es 1973 y Bundy se reencuentra con Stephanie, a quien consigue conquistar de nuevo gracias al cambio que ha dado. Ted no le hablará de su actual compromiso con Liz para poder llevar a cabo su venganza, haciendo creer a Stephanie que se casará con ella y cortando la relación a los pocos meses.
Poco después se matricula en Derecho y empieza a aplicar todo lo que ha aprendido hasta el momento –“tengo un doctorado en el asesinato serial”, reconocerá en una entrevista y es que Bundy meditó largo y tendido sobre cómo matar y por qué hacerlo-, dedicando su vida al asesinato

Comienzo de su Carrera Homicida

La carrera homicida de Ted Bundy tiene su inicio el 4 de enero de 1974 cuando consigue adentrarse en la habitación de una estudiante de 18 años a la que golpea fuertemente en la cabeza con una barra de metal que arranca de la misma cama, para agredirla sexualmente introduciéndole un espéculo en la vagina. En esta ocasión, la joven sobrevivió, pero con graves secuelas.

La primera víctima mortal de Bundy es Lynda Healy, a la que atacó en su dormitorio el 31 de enero de 1974. Lynda fue golpeada hasta quedar inconsciente y secuestrada sin que quedara más rastro de ella que un charco de sangre en su cama y su camisón, también ensangrentado, colgado en el armario.
A partir de este momento, el modus operandi de Ted cambia: ahora consigue que jóvenes desconocidas se encaminen junto a él hacia su coche, con la excusa de requerir su ayuda por estar impedido –llegó a enyesarse una pierna y portar muletas para lograr embaucar a las chicas- para cruzar la calle, llevar unos libros o amarrar una embarcación.
Así, el 12 de marzo de 1974 desaparece Donna Manson sin dejar rastro y lo mismo sucede con Susan Rancourt el 17 de abril. En las investigaciones de la policía, varias estudiantes afirmaron haber visto por la zona de las desapariciones a un apuesto joven con un brazo en cabestrillo que solicitaba ayuda para acercar unos libros hasta su Wolkswagen Escarabajo, pero ante tanta información, sus declaraciones pasan desapercibidas.
Después de cometer estos crímenes, Bundy pasa a actuar en Oregón, donde ataca a Kathy Parks y Brenda Ball. Es por esta época cuando su novia, Liz, empieza a sospechar de él, ya que descubre extraños objetos en su coche –unas muletas, una llave inglesa y una bolsa con ropa interior femenina-. Además, Ted le hace peticiones sexuales inusuales, como el aguantar cierto tiempo de asfixia durante el coito.
El principio del fin
De nuevo en Washington, Ted Bundy empieza a actuar de modo más arriesgado. El 11 de junio de 1974, tras asesinar a Georgeann Hawkins, de 18 años, y después de pasar toda la noche abusando sexualmente del cuerpo inerte de la joven, decide regresar a su domicilio lanzando prendas de ropa de Georgeann por la ventanilla de su coche. Cuando se da cuenta del error, Bundy deshace el camino, recogiéndolo todo. Al ver que le sigue faltando un zapato de la chica, se acerca hasta el lugar donde la secuestró en bicicleta y logra encontrarlo junto con un pendiente.
Tanto Liz como Ann Rule, una ex compañera de Ted en la Clínica de Atención a Personas en Crisis de Seattle, llamarán a la policía para afirmar que el retrato robot que se muestra coincide con el Ted que conocen, que también tiene un Wolskwagen Escarabajo, pero queda registrado junto a otros 3.000 sospechosos.Uno de los crímenes más atroces cometidos por Bundy es el doble asesinato del Lago Sammamish (Seattle), donde el 14 de julio captura a Jan Ott y a Denise Naslund. Para Ted es un crimen muy “especial”, pues Ott todavía vivía cuando secuestró a Naslund y quiso que ambas se miraran y supieran que iban a ser violadas y asesinadas. Afortunadamente, la policía obtuvo suficiente información de varios testigos sobre el chico con brazo en cabestrillo y que se presentó como “Ted” con el que se vio ambas jóvenes antes de desaparecer, de manera que lograron hacer un retrato robot del sospechoso, además de difundir el modelo de coche que poseía.
El cerco se está estrechando en torno a él en Washington, pero en septiembre de 1974 Ted Bundy se traslada a Salt Lake City, en el estado de Utah, para seguir allí sus estudios. Entre octubre de 1974 y enero de 1975, cuatro mujeres pasarán a engrosar la lista del asesino, mientras que durante la primera mitad de 1975 actúa en Colorado, matando allí a tres más.
En un golpe de suerte, un policía detiene a Bundy en agosto de 1975. El agente observa que al acercarse a un Escarabajo, éste arranca veloz, por lo que le persigue. Al registrar el coche, encuentra material típico de ladrón, así que le detiene. Es en la cárcel donde la policía encuentra a Ted en la lista de sospechosos de los asesinatos en serie. Por la falta de pruebas en sus crímenes, sólo pueden condenarle por un intento de secuestro, acaecido cuando se intentó hacer pasar por un agente de la ley para capturar a Carol DaRonch. La chica, que sospechó que Ted no era quien afirmaba, logró escapar de su coche.
Después de un infructuoso intento de fuga, Bundy consigue escapar y se instala en un hostal para estudiantes de Tallase (Florida) bajo el alias de Chris M. Hagen. Ya es enero de 1978, han pasado casi tres años desde su detención y, psicológicamente, no está en su mejor momento para actuar de manera cauta, sino todo lo contrario: se encuentra ávido de sexo y muerte.
Así, no hay que esperar mucho tiempo para que retome sus andanzas y el 15 de enero entra en la residencia Chi-Omega, en la que ataca a cuatro chicas. Dos de ellas lograron sobrevivir con secuelas, pero Margaret Bowman –que fue hallada con el cráneo abierto- y Lisa Levy –que había sido sodomizada con un bote de laca y había recibido un mordisco en un pecho y otro en una nalga- no corrieron la misma suerte.
El 9 de febrero de 1978, Bundy comete su último crimen: secuestra y da muerte a Kimberley Leach, de apenas 12 años, en Orlando.
De nuevo, Ted Bundy es detenido por conducir de manera improcedente, pero esta vez en Florida, donde se enfrenta a la pena de muerte. El fiscal le ofrece salvar su vida a cambio de aceptar su culpabilidad, pero él prefiere seguir declarándose inocente y, como buen psicópata que es, hace alarde de su egocentrismo al optar por llevar él mismo su defensa.
Se le consigue condenar gracias a la única prueba que se pudo encontrar: la marca de su dentadura en perfectamente reconocible en la nalga de Lisa Levy –hay que tener en cuenta que en aquella época todavía no se había descubierto la identificación por ADN-, que permitió la identificación por Odontología Forense. Ted Bundy
Asesino en serie mediático
Una vez en el corredor de la muerte, Ted Bundy establece un nuevo tipo de relación entre asesino en serie y medios de comunicación. Bundy concede entrevistas, incluso una para televisión y se convierte en protagonista del libro de Anne Rule: El extraño junto a mí, así como de El único testigo vivo y Ted Bundy: Conversaciones con un asesino, ambos de Stephen Michaud y Hugh Aynesworth. En definitiva, se torna un asesino mediático.
Ted Bundy, el asesino en serie tipo norteamericano
Además, el perfilador del FBI Robert Keppel acepta su colaboración en la investigación contra el Asesino del río Verde. Al ofrecer su aparticipación en el caso de este asesino que estaba conmocionando de nuevo a la población de Seattle con sus crímenes, Ted pretendía ganar credibilidad de cara a posteriores declaraciones sobre el paradero de víctimas suyas todavía no halladas que le ayudaran a impulsar nuevas apelaciones, a la vez que nutría su perversa fantasía con los detalles más escabrosos de la investigación.
En su recuento final, reconoció hasta 30 víctimas, aunque se estima que durante sus andanzas entre enero de 1974 y febrero de 1978, Bundy pudo llegar a asesinar a un centenar de mujeres.
Cuando toda posibilidad de apelación quedó agotada, Ted Bundy murió electrocutado el 24 de enero de 1989, en la prisión estatal de Starke, en Florida.

La hipótesis del Circulo de Canter

La hipótesis del Círculo de Canter

Hoy les quiero comentar sobre; como dice el título, La hipótesis del Círculo  realizada por David Canter, profesor de psicología en la Universidad de Liverpool y considerado como el mayor experto mundial en el campo de la Psicología criminalista. Un investigador que se encargó de desarrollar la técnica del perfil geográfico, colaborando con la policía en la elaboración de los mismos, si bien también es un experto a la hora de elaborar perfiles psicológicos.

Dicha hipótesis plantea  que si trazamos una linea recta que una las dos ubicaciones más alejadas correspondientes a una serie de delitos supuestamente obra de un mismo autor, y a continuación dibujamos una circunferencia tomando a la recta como diámetro, la vivienda del culpable, estará dentro del círculo.



David Canter desarrollaría el programa informático denominado Dragnet, que tiene por objeto ayudar a establecer el lugar de residencia del delincuente a partir de las distintas localizaciones de sus ataques. Este programa informático se basa en dos modelos teóricos del profesor: la teoría del círculo y la distinción entre asesino merodeador y viajero. 


El planteamiento de Canter y sus colaboradores parte del hecho de que los lugares del crimen están relacionados con el domicilio del criminal o con algún lugar importante para éste, que puede ser considerado su base de operaciones. 


Canter halló que entre el 50% y 75% de los violadores de su estudio vivían en un área que podía ser definida por un círculo cuyo diámetro uniera los dos lugares más alejados en los que había atacado, a lo que denominó la hipótesis del círculo. Concretamente, en su estudio de 45 casos de agresores sexuales, 39 de ellos tenían su domicilio dentro del círculo que dibujaba atendiendo a su hipótesis. En estos casos, el criminal parte desde su hogar, constituyendo este punto el centro desde el que se desplaza de forma radial hasta los lugares donde cometerá sus crímenes. Y una vez cometidos los mismos, sus responsables vuelven a la seguridad de su hogar. A este tipo de agresores lo denominó 'merodeadores'.

La distancia entre los lugares de los hechos estaba relacionados proporcionalmente con el domicilio del agresor, de tal forma que lugares muy distantes entre sí se encontraban también más lejos del domicilio del agresor que aquellos lugares de los hechos que se situaban más próximos entre sí.

Al resto de agresores que no vivían dentro del círculo los denominó 'commuter o viajeros', agresores que viajan desde su domicilio hasta un área donde cometerá sus delitos.

Esta teoría de Canter, utilizada por el profesor Vicente Garrido, fue de gran ayuda en la captura del asesino en serie Joaquin Ferrandiz, quien entre 1995 y 1996 lanzó su latente psicópata recurrente estrangulado a cinco mujeres y asaltado al menos a otras dos.

La primera victima seria Sonia Rubio, una estudiante de filología de 24 años, que la noche del sábado 1 de julio de 1995 se había ido de marcha por la zona de discotecas de Benicassim. La segunda victima seria Amelia Sandra García, de 25 años, que había sido vista por última vez en la zona de marcha de Benicassim el 14 de septiembre de 1996. Se encontrarían así mismo los cuerpos de Natalia Archelos Olaria, de 24 años, Mercedes Vélez Ayala, de 18, y Francisca Salas León, de 24. Tres mujeres que ejercían la prostitución y cuyos cadáveres fueron hallados a comienzos de 1996 junto al río Mijares en Vila-real.


Vicente Garrido,basándose en la teoría de Canter, unió con un círculo los lugares donde se habían cometido los cinco crímenes y en el centro del mismo apareció la ciudad de Castellón, lugar en el que, atendiendo a esta hipótesis, debía vivir el asesino. Tanto el profesor como la teoría de la hipótesis de los círculos no fallarían: Joaquin Ferrandiz residía en Castellón.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Bertillon y el Nacimiento de la Criminalística



Bertillon y el Nacimiento de la Criminalística

Alphonse Bertillon había nacido en París en 1853, y era el segundo hijo de una familia de distinguidos antropólogos (Su padre Louis-Adolphe Bertillon (médico, antropólogo y estadístico al igual que el hermano de Alphonse, Jacques Bertillon, que también fue médico y estadístico)
Muy problemático en su infancia y adolescencia, durante las cuales fue expulsado hasta tres veces de los colegios, llegó a los 20 años con una sólida cultura porque sus propios padres y abuelo se encargaron personalmente de educarlo. Atendiendo a los sistemas de diagnóstico actuales en materia de comportamiento, hubiéramos podido describirle en esa época como un chico antisocial.

Pero estás son las paradojas con que, de vez en cuando, nos regala la historia; quien fuera casi un delincuente juvenil será el encargado de crear el primer sistema para identificar delincuentes reincidentes del mundo. 
En esa conversión intervino - para la satisfacción de los románticos- el amor de una mujer. Después de unos años en Francia e Inglaterra, con trabajos de poco relieve, en 1879 se enamora de una noble sueca y decide que tiene que triunfar para poder aspirar a su amor. Así que le pide a su padre que le consiga un trabajo donde pueda prosperar.

Es así como Bertillon entra, en las salas de ambiente carcelario de la oficina de identificación de la Prefectura de Policía de París. Allí se encontró con el caos. Miles de papeles mal clasificados y de fotos heterogéneas aspiraban a poder identificar a los delincuentes reincidentes, ya que éstos recibían una condena superior si tenían antecedentes penales.

Cómo diablos alguien podía encontrar el nombre de un delincuente, en particular si daba un nombre falso? Bertillon vio con horror que la búsqueda de un nombre, como por ejemplo Martin Pierres, podía dar como resultado ¡300 fichas¡

A los cuatro meses, concibió el sistema que le daría fama mundial: sirviéndose de la antropometría que había aprendido de su padre y abuelo, empezó a tomar medidas de los prisioneros, y comprobó que podía diferenciarlos con once medidas distintas como las siguientes: longitud y anchura de la cabeza, talla, altura del busto, longitud de la oreja derecha y del dedo medio derecho.

En un informe que envió al prefecto de la policía el 1 de octubre de 1879, explicaba que su sistema se basaba en los estudios del famoso científico social Adolphe Quételet (1796-1874) sobre el físico humano, quien llegaba a la conclusión de que no había dos hombres con medidas exactamente iguales (Quételet es el autor de la célebre reflexión "la naturaleza nunca se repite"). Apoyándose en este principio, Bertillon aseguraba que podría identificar a cualquier delincuente reincidente, sin que importara el medio que empleara para modificar su apariencia física. Escribió entusiasmado, que la probabilidad de que dos hombres tuvieran las mismas once medidas físicas era de una entre 4.191.304. Por ello aseveró que su sistema era infalible.

Página del libro Identification anthrométrique(1893) de Alphonse Bertillon, editado en 1914.

Pero el prefecto de policía no quería escuchar nada de esos nuevos métodos, que le sonaban a charlatanería (no hacía mucho había oído cosas relativas a supuestas huellas que podrían también determinar quién había cometido un delito).

Así que Bertillon tuvo que esperar a la llegada de un nuevo responsable, mucho más receptivo, llamado Jean Camecasse, quien le dio dos ayudantes y tres meses para que probara su sistema. El ultimátum era complicado: a contar desde mediados de noviembre de 1882, en solo 90 días tenía que capturar al culpable de un delito y demostrar que ya había pasado antes por los tribunales.

Pero lejos de amilanarse, Bertillon se entrega enfebrecido a tomar las medidas corporales de cada nuevo detenido. A comienzos de enero de 1883 ya tenía archivadas 500 mediciones de presos.

 El 20 de febrero - escribe Beavan- mientras tomaba las medidas del sexto Dupont del día, tuvo una inspiración. Este Dupont parecía familiar. 
Consultó sus medidas en las fichas, y las encontró. Su nombre real era Martin, y le habían arrestado dos meses antes, el 15 de diciembre, por robar unas botellas de leche. Cuando Bertillon le interrogó, confesó quién era en realidad.

Fue un triunfo. Había nacido la criminalística científica. En febrero de 1888, unos pocos meses antes de que irrumpiera la furia del Destripador en la vecina Inglaterra, Bertillon fue nombrado director de la Oficina de Identificación Judicial. Su fama fue inmensa, y su método se extendió por Europa y las dos Américas. Pronto sería superado por la dactiloscopía, pero la antroprometría fue el primer sistema científico que penetró en la policía. Había nacido la ciencia forense.

Extracto del libro La Mente Criminal de Vicente Garrido